Make something
Email yourself a 10% off coupon
Send
Coupon sent! Check your email
0
Hiperplasia prostática benigna
La hiperplasia benigna de próstata, un agrandamiento no canceroso de la glándula prostática, es el tumor benigno más frecuente en los hombres.

Al igual que el cáncer de próstata, la HBP es más frecuente en Occidente que en los países orientales, como Japón y China, y puede ser más común entre la población negra. No hace mucho, un estudio descubrió un posible vínculo genético para la HBP en hombres menores de 65 años que tienen la próstata muy agrandada: Sus familiares varones tenían cuatro veces más probabilidades que otros hombres de necesitar una operación de HBP en algún momento de su vida, y sus hermanos tenían un riesgo seis veces mayor.

La HBP produce síntomas al obstruir el flujo de orina a través de la uretra. Los síntomas relacionados con la HBP están presentes en aproximadamente uno de cada cuatro hombres a la edad de 55 años, y en la mitad de los hombres de 75 años. Sin embargo, el tratamiento sólo es necesario si los síntomas se vuelven molestos. A los 80 años, entre el 20% y el 30% de los hombres presentan síntomas de HBP lo suficientemente graves como para requerir tratamiento. La cirugía era la única opción hasta la reciente aprobación de procedimientos mínimamente invasivos que abren la uretra prostática, y de fármacos que pueden aliviar los síntomas reduciendo la próstata o relajando el tejido muscular prostático que constriñe la uretra.


Signos y síntomas

Los síntomas de la HBP pueden dividirse en los causados directamente por la obstrucción uretral y los debidos a cambios secundarios en la vejiga.

Los síntomas típicos de la obstrucción son

• Dificultad para empezar a orinar a pesar de empujar y esforzarse
• Un chorro de orina débil; varias interrupciones en el chorro
• Goteo al final de la micción

Los cambios en la vejiga provocan:

• Un fuerte y repentino deseo de orinar (urgencia)
• Micción frecuente
• La sensación de que la vejiga no está vacía después de haber orinado
• Despertares frecuentes por la noche para orinar (nicturia)

A medida que la vejiga se vuelve más sensible a la retención de orina, el hombre puede volverse incontinente (incapaz de controlar la vejiga, lo que provoca que se orine en la cama por la noche o que no pueda responder con suficiente rapidez a la urgencia urinaria).

LEER MÁS: https://disfuncion-erectil.com

Puede producirse ardor o dolor al orinar si existe un tumor, una infección o un cálculo en la vejiga. La presencia de sangre en la orina (hematuria) puede anunciar la presencia de HBP, pero la mayoría de los hombres con HBP no presentan hematuria.


Cribado y diagnóstico

El índice de síntomas de la Asociación Americana de Urología (AUA) proporciona una evaluación objetiva de los síntomas de la HBP que ayuda a determinar el tratamiento. Sin embargo, este índice no puede utilizarse para el diagnóstico, ya que otras enfermedades pueden causar síntomas similares a los de la HBP.

La historia clínica dará pistas sobre las enfermedades que pueden imitar a la HBP, como la estenosis uretral, el cáncer de vejiga o los cálculos, o una función anormal de la vejiga/suelo pélvico (problemas para retener o vaciar la orina) debido a un trastorno neurológico (vejiga neurógena) o a espasmos musculares del suelo pélvico. Las estenosis pueden deberse a daños en la uretra causados por un traumatismo previo, una instrumentación (por ejemplo, la inserción de una sonda) o una infección como la gonorrea. Se sospecha de cáncer de vejiga si hay antecedentes de sangre en la orina.

El dolor en el pene o en la zona de la vejiga puede indicar cálculos vesicales, infecciones o irritación o compresión del nervio pudendo. Se sugiere la existencia de una vejiga neurógena cuando un hombre tiene diabetes o una enfermedad neurológica como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson, o un deterioro reciente de la función sexual. Una historia clínica completa debe incluir preguntas sobre cualquier empeoramiento de los síntomas urinarios cuando se toman medicamentos para el resfriado o la sinusitis, y sobre infecciones previas del tracto urinario o prostatitis (inflamación de la próstata, que puede causar dolor en la parte baja de la espalda y en la zona entre el escroto y el recto, y escalofríos, fiebre y malestar general). El médico también preguntará si se está tomando algún medicamento de venta libre o con receta, ya que algunos pueden empeorar los síntomas miccionales en los hombres con HBP.

La exploración física puede comenzar con la observación por parte del médico de la micción hasta el final para detectar cualquier irregularidad urinaria. El médico examinará manualmente la parte inferior del abdomen para comprobar si hay una masa, que puede indicar un agrandamiento de la vejiga debido a la retención de orina. Además, un examen rectal digital (DRE), que permite al médico evaluar el tamaño, la forma y la consistencia de la próstata, es esencial para un diagnóstico adecuado. Durante este importante examen, se introduce un dedo enguantado en el recto, lo cual sólo es ligeramente incómodo. La detección de zonas duras o firmes en la próstata hace sospechar la existencia de un cáncer de próstata. Si los antecedentes sugieren una posible enfermedad neurológica, la exploración física puede incluir un examen para detectar anomalías neurológicas que indiquen que los síntomas urinarios son consecuencia de una vejiga neurógena.

El análisis de orina, que se realiza a todos los pacientes con síntomas de HBP, puede ser la única prueba de laboratorio si los síntomas son leves y no se sospechan otras anomalías a partir de la historia clínica y la exploración física. Se añade un cultivo de orina si se sospecha una infección urinaria. Cuando los síntomas de la HBP son más graves y crónicos, se mide la creatinina en sangre, el nitrógeno ureico en sangre (BUN) y la hemoglobina para descartar daños renales y anemia. Se recomienda medir los niveles de antígeno prostático específico (PSA) en sangre para detectar el cáncer de próstata, así como realizar el DRE. La prueba del PSA por sí sola no puede determinar si los síntomas se deben a la HBP o al cáncer de próstata, ya que ambas enfermedades pueden elevar los niveles de PSA.


Tratamiento

¿Cuándo es necesario el tratamiento de la HBP?

La evolución de la HBP en cualquier individuo no es predecible. Los síntomas, así como las mediciones objetivas de la obstrucción uretral, pueden permanecer estables durante muchos años e incluso pueden mejorar con el tiempo hasta en un tercio de los hombres, según algunos estudios. En un estudio de la Clínica Mayo, los síntomas urinarios no empeoraron durante un periodo de 3,5 años en el 73% de los hombres con HBP leve. La disminución progresiva del tamaño y la fuerza del chorro urinario y la sensación de vaciado incompleto de la vejiga son los síntomas más correlacionados con la eventual necesidad de tratamiento. Aunque la nicturia es uno de los síntomas más molestos de la HBP, no predice la necesidad de una futura intervención.

Si no se trata el empeoramiento de la obstrucción uretral, las posibles complicaciones son una vejiga engrosada e irritable con capacidad reducida para orinar; orina residual infectada o cálculos en la vejiga; y un refuerzo de la presión que daña los riñones.

Las decisiones sobre el tratamiento se basan en la gravedad de los síntomas (evaluados por el Índice de Síntomas de la AUA), el alcance del daño en las vías urinarias y el estado de salud general del paciente. En general, no está indicado ningún tratamiento en quienes sólo tienen unos pocos síntomas y no les molestan. La intervención -generalmente quirúrgica- es necesaria en las siguientes situaciones

• Vaciado inadecuado de la vejiga que provoca daños en los riñones
• Incapacidad total para orinar tras una retención urinaria aguda
• Incontinencia debida a un llenado excesivo o a una mayor sensibilidad de la vejiga
• Cálculos en la vejiga
• Orina residual infectada
• Hematuria grave recurrente
• Síntomas que molestan al paciente lo suficiente como para disminuir su calidad de vida

Las decisiones sobre el tratamiento son más difíciles para los hombres con síntomas moderados. Deben sopesar las posibles complicaciones del tratamiento con la magnitud de sus síntomas. Cada persona debe determinar si los síntomas interfieren en su vida lo suficiente como para justificar el tratamiento. A la hora de elegir un tratamiento, tanto el paciente como el médico deben sopesar la eficacia de las distintas formas de terapia frente a sus efectos secundarios y costes.
Want to add a comment? Join the makexyz community.
Sign in