La disfunción sexual es cualquier problema físico o psicológico que le impide a usted o a su pareja obtener satisfacción sexual. La disfunción sexual masculina es un problema de salud común que afecta a hombres de todas las edades, pero es más frecuente a medida que aumenta la edad. A menudo, el tratamiento puede ayudar a los hombres que sufren disfunción sexual.


Los principales tipos de disfunción sexual masculina son:

• Disfunción eréctil (dificultad para conseguir/mantener una erección).
• Eyaculación precoz (alcanzar el orgasmo demasiado rápido).
• Eyaculación retardada o inhibida (llegar al orgasmo demasiado despacio o no llegar en absoluto).
• Baja libido (menor interés por el sexo).

¿Cuáles son las causas de la disfunción sexual masculina?


Las causas físicas de la disfunción sexual general pueden ser:

• Niveles bajos de testosterona.
• Medicamentos recetados (antidepresivos, medicamentos para la hipertensión).
• Trastornos de los vasos sanguíneos, como aterosclerosis (endurecimiento de las arterias) e hipertensión.
• Accidente cerebrovascular o lesiones nerviosas debidas a la diabetes o a una intervención quirúrgica.
• Tabaquismo.
• Alcoholismo y drogadicción.

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Las causas psicológicas pueden ser

• Preocupación por el rendimiento sexual.
• Problemas matrimoniales o de pareja.
• Depresión, sentimientos de culpa.
• Efectos de traumas sexuales pasados.
• Estrés y ansiedad relacionados con el trabajo.

¿Cómo se diagnostica la disfunción sexual masculina?

Su médico puede comenzar el proceso de diagnóstico con un examen físico. Las pruebas físicas pueden incluir:

• Análisis de sangre para comprobar sus niveles de testosterona, azúcar en sangre (para la diabetes) y colesterol.
• Control de la tensión arterial.
• Tacto rectal para comprobar la próstata.
• Examen del pene y los testículos.

Otras pruebas pueden mostrar si tiene problemas con el flujo sanguíneo al pene.

Su médico también puede hacerle preguntas sobre sus síntomas y sus antecedentes médicos y sexuales. Aunque estas preguntas puedan parecer muy personales, no se avergüence. Es importante que responda con sinceridad para que pueda recomendarle el mejor tratamiento. Es posible que le envíen a otro tipo de médico (urólogo, endocrinólogo o terapeuta sexual, por ejemplo) que pueda ayudarle.